En este post analizaré las técnicas de motivación explicadas en este libro, en el que el autor Nick Winter relata como consiguió aumentar su motivación personal y conseguir 18 objetivos en 3 meses:
- Escribir el propio libro.
- Continuar trabajando en su startup, de la que es cofundador.
- Publicar una aplicación para iPhone.
- Aprender a escribir 3000 nuevas palabras en chino.
- Entrenar para correr una maratón en menos de 4 horas.
- Aprender a hacer skate.
- Ayudar a construir una página de tests cognitivos.
- Dar un discurso de padrino en dos bodas.
- Aumentar su marca personal de press de banca en 30 kg.
- Leer 20 libros.
- Hacer paracaidismo.
- Ayudar a comenzar un curso online.
- Aprender a lanzar cuchillos.
- Bajar su tiempo de 5km 5 minutos.
- Aprender a tener sueños lúcidos.
- Tener 10 citas con su novia.
- Tener conversaciones profundas con 100 personas.
- Elevar su felicidad de 6,3 a 7,3.
Impresionante, ¿verdad?.
El plan
Según Nick, el plan para alcanzar cualquier meta consta de 2 partes y es muy simple:
- Elige tus objetivos.
- Descubre qué técnicas de motivación debes usar para alcanzarlos, y usa muchas más de las que necesitas. Así no solo lo conseguirás, sino que lo harás con muchísimas ganas y hambre por el siguiente objetivo.
La ecuación definitiva
Motivación = (Expectación x Valor) / (Impulsividad x Retardo)
Esta ecuación es la que mide cómo de motivado estás. Sus elementos son los siguientes:
La expectación es las posibilidades reales de éxito que crees que tienes. El valor es a la vez cómo de satisfactoria será una tarea al completarla y cómo de divertida es mientras la llevas a cabo.
La impulsividad es tu tendencia a realizar otras actividades en vez de aquella que es tu objetivo . El retardo es cómo de lejos presientes que está la recompensa por cumplir con tu objetivo.
Las técnicas de motivación tienen el objetivo de aumentar la expectación y el valor todo lo posible a la vez que reducen la impulsividad y el retardo.
Espirales de éxito.
Pretenden elevar la expectación. Consiste en proponerse pequeños retos (como meditar todos los días durante una semana), y hacerlos. Poco a poco, a medida que vas completando estos pequeños logros, tu confianza aumentará, y te permitirá proponerte otros más y más difíciles. El único requisito es que estos retos tengan un momento concreto de finalización. Por ejemplo “voy a andar como mínimo 30 minutos al día durante la próxima semana”, en vez de, “a partir de ahora, andaré 30 minutos todos los días”. Además, si deja de interesarte hacer esa cosa no tienes que seguir haciéndola ad infinitum, solo hasta que acabe el periodo propuesto. No tiene sentido estar atrapado en hacer algo de bajo valor para aumentar tu expectación.
Cuanto más lo intentas, más posibilidades tienes de tener éxito, pero más expectación vas a perder si fallas.
Por eso debes tener cuidado. Este método también puede funcionar a la inversa, cuando te propones algo y no lo cumples. Esto crea una espiral negativa que dificulta mucho los retos posteriores, pues tienes baja expectación.
Tus posibilidades de tender una espiral de éxito dependen en una cuidadosa planificación y en la creencia que esta vez será diferente a todas las anteriores que fallaste (por eso debes empezar poco a poco).
Pre – compromiso
Pretende disminuir la posibilidad de distraerte de tu objetivo. Consiste en crear barreras para limitar tus opciones de caer en las tentaciones en el futuro, trayendo más cerca del presente las consecuencias de no actuar como deberías.
Hay varios tipos de pre – compromiso:
- Preventivo. Se basa en modificar tu entorno para conseguir tus objetivos. Por ejemplo, si quieres empezar a comer bien, deja de tener comida basura en tu casa y sustitúyela por cosas saludables. Aunque te entre un antojo no podrás comer porquería.
- Social. Consiste en decirle a otras personas (cuantas más mejor) que vas a hacer algo, o quedar con alguien regularmente. Por ejemplo, si te cuesta ir al gimnasio, quedar con un amigo deportista que vaya frecuentemente. Este truco lo usó el autor y sus amigos para pedir favores extravagantes a personas desconocidas, como que les regalaran una prenda de ropa, les dieran dinero o se hicieran una foto con ellos.
- Monetario. Este es uno de los pocos trucos que no conocía. Implica “apostar” una cantidad de dinero a que vas a hacer algo. Por ejemplo, si quieres levantarte temprano todos los días nada más suena la alarma, promete regalar 5€ (o la cantidad que quieras) a una persona si un solo día no lo cumples. Una gran herramienta para esto es beeminder, una app que te permite crear metas y comprometer una cantidad de dinero a que vas a avanzar en ellas diariamente. Si fracasas tienes que poner dinero para poder seguir intentándolo. Además, posee unos gráficos muy visuales para ver tu progreso y aumentar aún más tu motivación. El propio autor usó esta aplicación para escribir su libro, apostando 7290$ a que lo terminaba antes de la fecha prevista.
Es importante que estas metas solo dependan de ti, es decir que sean de proceso y no de resultado. Por ejemplo, si quieres perder 5 kg en tres meses, esta sería la meta resultado, pero la que tú te debes marcar es una de proceso, como “comer 1 postre a la semana como máximo” o si quieres escribir un libro (resultado) ponerse como meta escribir 200 palabras al día.
Finalmente, si quieres asegurarte de que vas a hacer algo sí o sí, puedes quemar los barcos como hizo Hernán Cortés y asegurarte de que no tienes más opciones de hacer aquello que te propusiste. El mejor sitio para aplicar esto es la adicción a Internet. Si no puedes dejar de consultar Instagram, quemar tus barcos sería borrarte la cuenta para siempre. Una solución extrema, sí, pero a veces será la única opción.
Monedas de tiempo
¿Qué metas debemos proponernos? En este capítulo se dan algunos consejos interesantes para que podamos elegirlas.
- Fantasea con tu día ideal. ¿Qué haces?¿Con quién hablas?¿Dónde vas?. Elige metas que acerquen tus días a este ideal.
- Haz una lista de todas las ideas locas que se te ocurran. Valora cada meta en base a tres cosas: cuánto te entusiasma, del 1 al 10; tu probabilidad de éxito si la intentaras con todas tus fuerzas; y cuántas horas tendrías que dedicarle. Después multiplica cuánto te entusiasma cada una por tus posibilidades de éxito y divídelo entre el tiempo requerido; y elige algunas de las más eficientes (aquellas con mayor puntuación).
- Imagina que eres otra persona, más capaz que tú, que apareciera en este momento con tu vida, sin ninguna de tus obligaciones pero con todas tus dificultades. ¿Qué harías con tu tiempo y energía?. Este es un ejercicio para superar la falacia del costo hundido.
Debes tener cuidado con cómo eliges tus metas. Una manera terrible de elegirlas es hacer lo que la sociedad pretende que hagas: perseguir prestigio. No hagas cosas para ganar el respeto de gente que no conoces. Igualmente, ten cuidado con tus sueños infantiles. No querrás que tu carrera profesional sea decidida por tu yo de 10 años ¿verdad?.
Sobre la felicidad.
Los humanos no sabemos qué nos hace felices. Pensamos que sí, pero en general nos equivocamos. El psicólogo Daniel Kahneman distingue en su libro entre el yo que experimenta y el yo que recuerda. El yo que experimenta puede decirte cómo de feliz estás en un momento concreto si te lo preguntas; y el yo que recuerda puede fabricar mentiras que suenan razonables sobre cómo de feliz estabas en el pasado, o cómo de feliz algo te hará en el futuro.
Para evitar esta discordancia, la solución es preguntarte en determinados momentos cómo de feliz te encuentras, en una escala del 1 al 10, y qué estás haciendo. El autor pone de ejemplo su experiencia haciendo rafting, que no estuvo tan bien porque su felicidad media fue de 4,47. Si no hubiera hecho el análisis, probablemente lo habría recordado como una gran aventura, cuando en realidad no fue así. Este análisis me recuerda al publicado en el libro Flow (flujo), en el que se pedía a personas a lo largo del día que valoraran su felicidad en ese instante. Reportaban un gran felicidad cuando estaban en flujo, un estado que se puede conseguir trabajando. Sin embargo, en general no asociamos trabajo con felicidad.
El creador de startups
En este capítulo se relata el proceso que siguió el autor para crear una startup con unos amigos, explicando cómo eran capaces de trabajar 50 horas a la semana, disfrutando de ello, y por qué crear una startup es de las cosas más motivadoras que se pueden hacer.
- Tenían una alta expectación, se comprometieron diciéndole a todo el mundo que tenían una startup, y tampoco tenían un trabajo seguro esperándoles. Esta expectación la enfocaron hacia el proceso, no el resultado. Tenían exceso de confianza en sí mismos, se decían que pasados unos años podrían venderla por una cantidad desorbitada de dinero. También, al ser tres co-fundadores se impulsaban unos a otros cuando más les apetecía abandonar.
- Valor. Eligieron la meta más ambiciosa de sus vidas. Había una conexión directa entre su trabajo diario y toda una vida de libertad si triunfaban, ya que trabajaban para ellos mismos. También recibían constantemente evaluaciones de sus usuarios, que les impulsaba a seguir mejorando constantemente su producto. Eligieron una startup divertida de crear, pues su producto era un juego, y una manera divertida de crearla, trabajando desde casa, dejando tiempo para hacer ejercicio, dormir suficiente, comer bien y teniendo tiempo para socializar.
- Impulsividad. La redujeron al mínimo, creando un ambiente de trabajo que solo permitía trabajar, en su propia casa. Además, no tenían demasiado que hacer pues vivían en una ciudad universitaria en la que la mayoría de sus amigos ya se habían graduado. Cuando se trasladaron a Costa Rica, no estuvieron tan libres de distracciones y no pudieron trabajar demasiado. Además, al estar rodeados de gente trabajando (ellos mismos) es difícil escaquearse del trabajo si hay otras dos personas en la misma sala que tú que no paran de trabajar.
- Retardo. En todo momento pensaban que estaban a punto de conseguir el éxito. Cuando estás siempre casi a punto, el retardo antes de que llegue la recompensa parece muy cercano, así que la motivación está alta. Liberaban nuevas funcionalidades cada poco tiempo, aunque eso creara bugs.
Aprendiendo cualquier cosa.
Se dice que cualquiera puede aprender cualquier cosa ( y es cierto) pero hace falta dedicar el tiempo y el esfuerzo necesario. Por suerte un hacker de la motivación sabe cómo aprender, y pasarlo bien haciéndolo. Se aplica la ecuación como en cualquier otra cosa: espirales de éxito para incrementar la expectación, aprender algo importante de una manera divertida para aumentar el valor, eliminar la impulsividad con pre-compromiso, y centrarse en el progreso diario para eliminar la posibilidad de retardo.
Si no dominas una habilidad, hackea tu motivación para practicar mucho, y te convertirás en el mejor.
El autor relata su éxito en las diferentes metas relacionadas con el aprendizaje (memorizar caracteres de chino, hacer skate, lanzamiento de cuchillos, sueños lúcidos). La estrategia que propone para aprender nuevas cosas es como sigue:
- Entusiásmate por una meta.
- Cuando aún estás entusiasmado, dedica tiempo y hackea tu motivación para practicarla.
- Aprende a practicarla leyendo de un profesor.
- Empieza a hacerlo inmediatamente.
Es simple si no te saltas ninguno de tus pasos. Si tu horario ya está completo, es mejor que guardes la meta para más tarde. También necesitas un interruptor, algo con suficiente chispa para empezar una meta que te has acostumbrado a posponer. Para Nick, el interruptor para mejorar sus habilidades de hablar en público llegó cuando se dio cuenta de que tendría que dar dos discursos en dos bodas distintas.
Hay una manera de crear este interruptor: comprometerse a hacer algo en un futuro lejano. Cuando llega el momento, no tienes más opción que hacerlo. Es lo que el autor hizo con el entrenamiento para una maratón. Siempre había querido correr una, pero nunca había encontrado el momento. Cuando empezó a escribir el libro, se apuntó a una carrera en 3 meses, con lo que percibía que quedaba mucho tiempo y no tenía miedo de comprometerse.
Experimentos
Si quieres mejorar, hay dos maneras de hacerlo:
- La de todo el mundo. Probar algo, y luego decidir si valía la pena basándose en recordar (o aún peor, ni siquiera valorarlo y directamente decir que fue un éxito si conseguiste tu objetivo o un fracaso si no lo hiciste). Debido a los dos yos anteriormente mencionados, esta receta es un fracaso para el éxito.
- La manera inteligente, haciendo pequeños experimentos y analizando con detalle sus resultados. Con esto conseguimos descubrir qué funciona para nosotros y no es una moda o un mito sin fundamento. Algunas ideas para experimentar podrían ser el ayuno intermitente, comer más grasa para adelgazar, echarse dos tipos de desodorante (uno en cada lado), cambiar nuestro horario de acostarnos y levantarnos…
Errores
Se cometen muchos errores cuando trucamos la motivación y nos proponemos metas.
El primero de ellos es la falacia de la planificación cuando estamos creando nuestras espirales de éxito. Somos nefastos estimando cuanto nos llevará una tarea; el resultado más probable y el más optimista son casi idénticos; y el caso más pesimista es más positivo de lo que debería. Es difícil predecir por adelantado qué obstáculos te vas a encontrar, por eso siempre hay que empezar pequeño para construir la espiral.
Otras veces el problema es que tenemos un exceso de confianza en nuestra meta y no usamos suficientes trucos de motivación. Así provocamos tener que usar la fuerza de voluntad y hacer cualquiera de estas tareas se vuelve más difícil.
Finalmente el último error es no elegir las metas correctas. Estas nos deben parecer un reto, ni demasiado alto ni demasiado bajo. Si elegimos metas fáciles no estaremos motivados porque tendrán poco valor, y metas imposibles nos desmotivarán porque serán inalcanzables. También debemos tener cuidado de elegir metas que realmente nos interese completar, que nos exciten por sí mismas. Por eso cada cierto tiempo debemos pararnos y pensar si realmente estamos contentos con lo que estamos consiguiendo.
Todos los trucos
El autor comenta que la mayoría de sus ideas vienen del libro The procrastination equation, pero las técnicas que aparecen son las que más le han funcionado. Al fin y al cabo es mucho más divertido hackear la motivación no solo para evitar procrastinar, sino hacer todo mucho más divertido y apasionante. La lista completa de técnicas de motivación, agrupadas por tipos:
Expectación
Recuerda que la expectación es tu confianza en que vas a tener éxito. Estas técnicas incrementan tu motivación asegurándote que lo vas a conseguir:
- Espirales de éxito.
- Victoria indirecta: Rodéate de gente motivada para que parte de su motivación se te pegue.
- Contraste mental: Visualiza el éxito que quieres conseguir, luego compáralo con su ausencia actual.
- Precaución ante el optimismo excesivo. No caigas en la falacia de la planificación, que a menudo destruye las espirales de éxito. Aunque esperes que todas las circunstancias van a ser las ideales, planifica como si todo fuera a ir mal para que aún así evites fracasar.
Valor
El valor es la satisfacción que te proporcionará una meta al completarla y cuánto disfrutas mientras la llevas a cabo. Para aumentarlo:
- Busca entrar en estado de flujo (Flow). Hay diferentes métodos, pero el más efectivo es ajustar la tarea a tu nivel de habilidad. Cuando tenemos tareas de escaso valor, como fregar los platos, ducharse o limpiar una habitación, las convertimos en un reto. Aumentamos la dificultad. Por ejemplo, intentar ducharse en el mínimo tiempo posible, e intentar batir tu récord. Lavarse los dientes con los ojos cerrados y con nuestra mano no dominante. Limpiar al ritmo de una canción. Las posibilidades son infinitas. Igualmente, si una tarea está por encima de nuestras habilidades, reducimos su dificultad.
- Encuentra significado. Intenta conectar tareas con grandes objetivos vitales, para que recuerdes porqué estas haciendo lo que estás haciendo.
- Crea metas CSI. Estas son, por sus siglas en inglés, exigentes, específicas e inmediatas. Te deben estimular (suponen un reto). Que sean específicas e inmediatas disminuyen la impulsividad, asegurándote de que haces lo que tienes que hacer a tiempo.
- Optimiza tu energía. Todo es más divertido si estás alerta, no cansado. Come bien, duerme suficiente, ponte en forma, cuida tus ritmos circadianos… Cuando te de un bajón de energía, intenta superarlo con movimiento, luz solar o buena música. Realiza tareas intensas en tus periodos de alta energía.
- Crea recompensas. Cuando triunfes, celébralo, ya sea felicitándote a ti mismo o dándote una pequeña recompensa.
- Céntrate en tus pasiones. Descubre qué te apasiona, y dirige tu vida hacia esas pasiones.
Impulsividad
Recuerda que la impulsividad es tu predisposición a posponer una tarea y hacer otra cosa menos difícil. A menudo, limitar la impulsividad significa eliminar las opciones de hacer otra cosa:
- Pre-compromiso. Elige ahora limitar tus opciones en el futuro, previniendo que las tentaciones te provoquen hacer lo que no debes.
- Quemar barcos. Una forma específica de pre-compromiso (a menudo solución extrema), que se basa en imposibilitar, eliminar o destruir una distracción o tentación.
- Recordatorios. Haz recordatorios externos de tus metas visibles. Evita fracasar en tus metas solo porque te “olvidaste” de ellas.
- Establecer plazos. Ponte límites en el tiempo que vas a estar realizando una tarea, cuanto más cortos mejor. Es más fácil ignorar las distracciones si sabes que no podrás acabar tu tarea si cedes a ellas, además de que solo tienes que estar concentrado en ellas un breve espacio de tiempo.
- Crear hábitos. Una de las más útiles, que daría incluso material para otro libro. Si consigues crear hábitos potenciadores, lograrás tus metas en piloto automático.
- Planifica tiempo libre antes de empezar a trabajar, cuanto más divertido sea lo que has planificado mejor. Te permitirá trabajar con más intensidad, pues sabes que tienes un rato para disfrutar intensamente cuando acabes. Una de las mejores sensaciones es aprovechar tu tiempo libre después de haber trabajado duro.
Retardo
El tiempo que tienes que esperar antes de recibir una recompensa. Hay dos técnicas:
- Divide tus objetivos. Separa tus metas en pequeñas partes para que siempre tengas un objetivo a punto de ser conseguido. Esto es lo que hace Beeminder, te da un objetivo diario.
- Planifica con optimismo. Si subestimas el tiempo que te va a llevar conseguir algo, vas a verte siempre a punto de triunfar, lo que aumentará tu motivación.
Conclusiones
Finalmente, el autor concluye el libro haciendo un análisis de las metas que se propuso al principio, y como era de esperar, consigue todas.
En resumen, es un excelente libro que merece la pena leer. Puedes encontrarlo aquí. Como todos los libro de este tipo, el verdadero beneficio viene cuando aplicas los contenidos, y este en concreto es muy fácil de implementar todas las técnicas de motivación personal que propone.
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