«Si deseas mejorar, estate satisfecho de aparentar despiste o estupidez en cosas superfluas.»
Epicteto
Desde hace varios años, ya no me preocupo por ver las noticias. Es una decisión que tiene varios motivos, y me ha reportado tantos beneficios que la considero mágica.
En este artículo te explico las razones de mi decisión, y quizás, espero convencerte para que tú también lo hagas.
Creemos inconscientemente que debemos ver las noticias para ser ciudadanos informados, pero esto no es así. Cuando entiendas los motivos que expongo a continuación, verás que no hay ninguna necesidad de gastar el tiempo en ellas.
Para empezar, las noticias tienen un sesgo negativo. Como quieren capturar nuestra atención, se centran en lo peor del mundo.
¿Te parece exagerado lo que digo? Haz la prueba. Pon el telediario y observa si tienen información positiva o negativa.
La causa de esto es que los humanos tenemos un sesgo cognitivo que hace que prestemos mucha más atención a las cosas negativas/ malas/ peligrosas que a las positivas.
Esto es porque a lo largo de nuestra evolución, pasar por alto una amenaza podía suponer el fin de nuestros días, mientras que si ignorábamos algo beneficioso el daño no era tan alto.
En consecuencia, hemos evolucionado para prestar atención a lo negativo más que a lo positivo. Por eso una noticia que habla de una catástrofe llamará más nuestra atención que una que habla de la recuperación de cierta especie que estaba en peligro.
Pero este no es el único motivo, ni mucho menos el más importante.
Visión equivocada del mundo
Las noticias distorsionan nuestra realidad. Al tener un sesgo negativo, hacen que pensemos que el mundo es peor de lo que en realidad es.
Si no haces más que ver titulares de los problemas que hay en todos lados (asesinatos, catástrofes, violencia, calentamiento global, pobreza, hambruna) puedes llevarte la sensación de que todo está mal.
Nada más lejos de la realidad. Vivimos en la mejor época de la historia de la humanidad. Nunca antes había habido tan reducido porcentaje de personas en pobreza, ni tantas oportunidades para prosperar, ni habíamos vivido tantos años.
¿Te resulta difícil de creer? Quizás las noticias te han lavado el cerebro ?
En las próximas semanas publicaré un artículo sobre el tema, pero por ahora quédate con esta gráfica de las personas que viven en pobreza. Puedes ver cómo ha disminuido enormemente.
Pero el mayor motivo para no hacer caso a las noticias es este: no son importantes.
Las noticias no importan
Si llevas un tiempo leyendo este blog, me habrás oído hablar muchas veces del estoicismo.
Una de sus ideas más útiles es la del círculo de control. Dividir todo en tres cosas: aquello sobre lo que no tenemos ningún control, lo que tenemos un control parcial y lo que tenemos un control completo.
Su argumento es que debemos centrarnos casi exclusivamente en lo que tenemos todo el control, y un poco en lo que tenemos control parcial. Idealmente, ignoraríamos por completo aquello sobre lo que no tenemos ningún control.
«Tienes poder sobre tu mente – no sobre eventos externos. Entiende esto y encontrarás fuerza.»
Marco Aurelio
Aunque sean cosas “importantes”, si no tenemos ningún control sobre ellas, ¿para qué preocuparse? Si no puedes hacer NADA para cambiarlas, mejor dedicar nuestro tiempo y energías a esas cosas que sí podemos influir.
¿Adivinas a que grupo pertenecen las noticias?
Exacto. Al de las cosas sobre las que no tenemos ningún control. Si sale un nuevo escándalo político, o una nueva catástrofe, no podemos hacer absolutamente nada. Solo quejarnos y lamentarnos de lo mal que está la situación. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste tus acciones a causa de algo que viste en las noticias?
Y eso con las noticias que parecen importantes. Porque en la era de Internet, el recurso más escaso es nuestra atención. Y por eso han proliferado montones de páginas que se dedican a poner noticias con títulos llamativos que hacen que tengamos el impulso de clicar en ellas y leerlas. Esto hace que puedas perder un montón de tiempo sin darte cuenta, lo que tiene un enorme coste de oportunidad.
Porque es aquí donde radica el mayor peligro de ver las noticias. Nuestro tiempo es finito, y siempre que elegimos hacer una cosa estamos dejando de hacer miles de otras posibles actividades. Todo tiene un coste de oportunidad.
Las noticias son información efímera. ¿Crees que importarán dentro de 1 año? ¿5 años, 30 años?
Mejor aún, ¿crees que importarán dentro de una semana? La respuesta es no.
En cambio, hay otras cosas a las que podemos dedicar nuestro tiempo que sí importarán a largo plazo. Cultivar nuestras amistades. Leer un libro lindy (las noticias son justo lo contrario). Cuidar nuestra salud. Practicar el kaizen.
¿Y si estalla la tercera guerra mundial?
Cuando comparto esta idea de no ver las noticias con alguien, lo primero que suelen objetar es este aspecto.
¿Qué pasa si ocurre una noticia de gran magnitud, algo tan importante que sí nos afecta?
Aquí viene lo mejor. Si es algo que de verdad importa… ¡te vas a enterar! Cuando surge una noticia verdaderamente importante, todo el mundo habla de ella. Al final te llegará la información, y te habrás ahorrado infinidad de noticias inútiles.
Usando este filtro, conocerás las noticias que sí importan (que son menos del 1%) sin perder el tiempo.
Espero haberte convencido de no ver las noticias jamás.
«Para un filósofo, todas las noticias son cotilleos, aquellos que las editan y las leen son señoras mayores tomando el té.»
Thoreau