Hoy quería compartir una reflexión a la que llevo dándole vueltas un tiempo. Cuando queremos aprender algo, cualquier habilidad, lo más normal es buscar un profesor (aunque por supuesto no es imprescindible).
El instinto nos lleva a creer que cuanto más sepa el profesor, mejor. Cuantos más títulos, reconocimientos o experiencia tenga en el tema creemos que nos enseñará más. Es aquí donde está el error.
Cuando alguien es un novato aprendiendo algo, debe emplear el tiempo aprendiendo los aspectos más básicos de la actividad: los sonidos de un nuevo idioma. Los principales acordes en una guitarra. Los bucles y condicionales en programación.
Cuando uno se hace experto, es muy probable que hace mucho tiempo que no fuera un novato. Es por ello que estos elementos básicos, que son los más importantes de aprender cuando eres novato, los tenga tan interiorizados que le cueste enseñarlos.
Si en cambio, el profesor que te enseña tiene un nivel intermedio, tiene más reciente los elementos básicos, y por ello puede enseñártelos mejor.